Ricardo III

Ricardo III fue la primera tragedia y uno de los grandes éxitos de Shakespeare desde su estreno -junto a Hamlet y Romeo y Julieta– convirtiéndose en una de sus obras más representadas. Shakespeare se basó literalmente en una obra escrita por Tomas Moro sobre la historia del rey Ricardo III, duque de Gloucester y perteneciente a la casa de York, en tiempos de la guerra civil inglesa o Guerra de las Dos Rosas, que enfrentara a las dos familias más importantes del reino: los Lancaster y los York, que luchaban por el poder absoluto del gobierno de Inglaterra. Ricardo, deforme físicamente y por tanto, apartado de la vida cortesana, decide convertirse en villano y matar, con el fin de llegar a ser coronado Rey de Inglaterra.

Este espectáculo es el primero que Atalaya montó tras obtener el Premio Nacional de Teatro en 2008 y supuso un colofón a sus primeros veinticinco años de existencia.  En Ricardo III  confluyen los cuatro estilos que Atalaya –dentro de un mismo lenguaje- ha ido alternando en los 18 espectáculos anteriores: el onírico del Lorca surrealista, el grotesco de Valle-Inclán y Maikovski, la fuerza telúrica de la Tragedia Griega y el compromiso vanguardista y político de Heiner Müller. Se podría decir que si los clásicos griegos han aportado la sangre a nuestro lenguaje, Valle y Lorca los pulmones y Heiner Müller el sistema nervioso, mientras que en Shakespeare ha encontrado Atalaya el corazón que da vida y sentido a toda su existencia anterior y futura.

Ricardo III cuenta con una veintena de personajes a los que dan vida nueve actores de Atalaya. Desde Carmen Gallardo, cofundadora del grupo a primeros de los ochenta, al núcleo de actores estables incorporados a la compañía en los noventa y los dos mil. Entre ellos Jerónimo Arenal, quien cumplió sus primeras 1.000 funciones junto a Atalaya dando vida a Ricardo III en el mismo año de su estreno tras 15 años ininterrumpidos de trabajo en la compañía.