Teatro Incandescente

En el contexto de una organización horizontal y enriquecida por el consenso utilizamos herramientas como partituras de movimiento, uso poético de los objetos, movimiento escénico, coreografías, percusión en directo, coros y folklore de distintas regiones del planeta, … Así, creamos una obra de dramaturgia propia en base a un tema, la amenaza del caos, con frases prestadas de Paco Nieva, Heiner Müller, William Shakespeare, Rodrigo García, Alejandro Jodorosky, Gabriel Rossetti, Kelly Hunter, Osip Mandelstam y Vladimir Mayakovski. El resultado de esta experimentación genera un universo farsesco dividido en tres cuadros y enmarcado por una naturaleza estremecida que advierte del fin del mundo. En menos de una hora de tiempo cronológico, un espacio desnudo se convierte en un cosmos atravesado por nuestra mirada y nuestra diversidad de poéticas. La lumbre se enciende, los actores y actrices se presentan antes de entrar en estas atmósferas llenas de dinamismo escénico y simultaneidad. “Público respetable, que vienes a ver y a oír esta festosa reópera, género intemporal…” Un grupo de personajes recorren lo divino, lo humano y lo tanático a través de varias organizaciones sociales fallidas y violentadas: una utopía donde los mandatos de comportamiento y normalidad hacen vomitar, las formas humanas de distracción terminan en una dictadura otorgada y arbitraria que lleva a la locura de su reina y a la rebelión de los sujetos, y un inframundo en el que los muertos se encuentran con sus luces y sus sombras. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia… ¿Podremos contemplar nuestras huellas? La espiral continúa, queda la esperanza de volver a empezar, renacer de las cenizas y descubrir otros caminos aún no recorridos; una fantasía sin principio ni final. ¡Cerilla y fuego!

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